lunes, enero 02, 2012

Los damnificados del derrumbe en Villa Urquiza exigen ayuda

A un año y cuatro meses de la tragedia, no hay procesados en la causa
Por Laura Rocha  | LA NACION

"Tenía una vida armada y funcionando, tenía un laburo que me permitía vivir y era mi vocación, y no lo tuve más. Hoy estoy sobreviviendo. Estuve mucho tiempo para recuperarme, salí con una costilla fracturada y un pulmón perforado. Pero tal vez lo que más me cuesta es la cuestión psicológica", cuenta Pablo Galli, el dueño del gimnasio en Villa Urquiza que se derrumbó cuando se trabajaba en una obra lindera y que dejó tres muertos.
Hoy, un año y cuatro meses después de aquella tragedia, no hay procesados en la causa que investiga el derrumbe. Los damnificados directos tampoco recibieron ninguna ayuda por parte del Estado.
A diferencia de lo ocurrido con los vecinos de otro predio derrumbado, el de Bartolomé Mitre 1232, en el caso de los damnificados de Villa Urquiza no hubo subsidios ni refugios, ni siquiera llamadas desde el gobierno porteño para ver cómo se encontraban.
"El día del derrumbe, después de que me encuentran bajo los escombros, me llevan al Hospital Fernández y después me derivan al Hospital Italiano. Nunca más recibí ninguna comunicación del gobierno de la ciudad ni de nadie. No me llamaron ni para saber cómo estaba", le dijo Galli a LA NACION.
Galli es profesor de gimnasia y, de a poco, volvió a trabajar como personal trainer. A causa del derrumbe, perdió a tres de sus amigos: Maximiliano Salgado, Guillermo Fede y Luis Lu.
"Cada vez que en la tele veo algo [del derrumbe en Bartolomé Mitre 1232], cambio el canal. Me dolió muchísimo que había una persona desaparecida y ni siquiera estaban buscándola, tal vez a esa persona le pasaba lo mismo que a mí y no fue nadie. Eso no me entra en la cabeza. Me imagino a mí mismo cuando rezaba para que me siguieran buscando y me encontraran", dice.
Wang Lu, madre de Luis, está muy angustiada: "El gobierno no da la cara ni se ha acercado ni ha hablado por teléfono. Cuando vi el derrumbe de Bartolomé Mitre, me pareció que revivía lo que nos pasó. Sin control, sin respuesta, sin nada. No sé cómo va a seguir nuestra vida, estamos sufriendo muchísimo".
"Lo peor es que se trata de otro hecho totalmente evitable. Pasaron 16 meses. Tienen que controlar, hacer estudios más profundos, parece que la vida de la gente del pueblo no vale nada. Mi hijo era un estudiante brillante, trabajador, muy bueno para el futuro del país. Así, diariamente nos siguen matando", agregó.
En la causa penal por el derrumbe, la juez Fontobona de Pompo (Instrucción N° 45), en febrero de este año, procesó al ingeniero Heyaca Varela, al titular de la empresa constructora Daniel Menta y al titular de la firma dueña de la máquina retroexcavadora José Pataro. Al mismo tiempo, dictó falta de mérito para César Armando Colovini y Juan Domingo Aslla, los dos operarios que manejaban la retroexcavadora al momento del desastre.
Sin embargo, en marzo pasado, la Cámara revocó los procesamientos y pidió un peritaje, en curso desde entonces.

EXPROPIACIÓN DE INMUEBLE

Las víctimas del derrumbe de Bartolomé Mitre, ocurrido a principios de noviembre, recibieron la Navidad en la vereda. Aunque el jefe de gobierno, Mauricio Macri, y su gabinete fueron invitados, ellos la pasaron solos. Es que, a pesar de que la Legislatura sancionó una ley por la que indemnizaría a los propietarios e inquilinos del cuerpo del edificio que se cayó hace más de un mes, aún no han cobrado ni un peso.
"Lo peor es que no sabemos, ni siquiera aproximadamente, cuándo vamos a cobrar. Nos hablan del subsidio de 70.000 pesos, pero eso es para comprar lo que tendrá el nuevo departamento. Dónde voy a poner lo que compre si no tenemos dónde vivir", se pregunta Mónica Nizzardo, que había firmado la escritura de su departamento una semana antes del derrumbe.
Según la norma, el gobierno pagaría US$ 1750 por metro cuadrado a cada propietario. Anteayer empezaron a convocar a las víctimas para firmar el acuerdo. Sin embargo, hubo varios vecinos que no están conformes, ya que no se incluyó en la ley las eventuales causas que les pudieran imputar a los damnificados por daños a terceros..

PROYECTO SUR EXIGE AL JEFE DE GOBIERNO QUE CONCRETE EL INVENTARIO DEL PATRIMONIO CULTURAL

El Bloque de Proyecto Sur en la Legislatura de la ciudad destacó el fallo judicial que mantiene la protección a los edificios porteños de más de 70 años, que el macrismo había decidido dejar sujetos a la posibilidad de demoliciones sin consulta a partir del 1ro de enero.

La jueza Andrea Danas aceptó el pedido de amparo presentado por organizaciones vecinales una vez que el oficialismo de la ciudad no quiso tratar la prórroga de la ley 2.548, que dispone hasta el 31 de diciembre la protección de los edificios anteriores a 1941.

Es un triunfo contra los negocios inmobiliarios ocultos que amenazan a nuestro patrimonio arquitectónico y cultural, y una nueva exigencia al Jefe de Gobierno, en la que insistimos, para que haga de una vez por todas el inventario de ese patrimonio, que viene postergando cada año” dijo Julio Raffo, presidente de Bloque.

"La Ciudad de Buenos Aires tiene un patrimonio urbano y arquitectónico de gran valor que forma parte de su identidad", explicó Adrián Camps, autor de un proyecto de ley que establece el relevamiento de todos los edificios que no se hayan estudiado hasta el momento. "La cantidad de demoliciones y obras que se están realizando en la ciudad hace que esta tarea sea urgente y por eso el proyecto establece el término de un año para la ejecución del inventario; además de la colaboración de instituciones académicas, juntas de estudios históricos, organizaciones no gubernamentales, asociaciones civiles, vecinos y organismos afines", agregó.

Buenos Aires: Demoliciones marca Macri

La Justicia protegió casi 140 mil casas construidas antes de 1941

Ordenó a la Ciudad no aprobar demoliciones de inmuebles históricos, hasta que la Legislatura porteña no trate el tema. El sábado caduca la ley que protege las edificaciones con valor arquitectónico.


La noticia llegó casi como regalo de Navidad. Fue algo así como “jugar la última ficha”. Y salió bien. La Justicia hizo lugar a una presentación efectuada por distintas organizaciones y grupos de vecinos y le ordenó al Gobierno porteño suspender el otorgamiento de permisos de demolición de inmuebles históricos de la Ciudad (los construidos antes de 1941), hasta tanto la Legislatura porteña no trate el tema. La resolución trae una bocanada de aire fresco, más teniendo en cuenta que el 31 de este mes caduca la ley que protege a las edificaciones con valor arquitectónico e histórico.

La jueza Andrea Danas, titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad N° 9, hizo lugar al amparo presentado por asociaciones que defienden los inmuebles históricos, como “Protocomuna Caballito”, “Basta de demoler”, “Salvemos Floresta” y “Fundación Ciudad”, entre otras. Así, con su resolución, la Justicia “protege los 140.000 inmuebles de Buenos Aires construidos antes de 1941, que representan casi el 20 por ciento del total de los 200 millones de metros cuadrados de la capital”, explica el fallo.

En la actualidad, para que una casa anterior a 1941 pueda ser demolida, se necesita la autorización del Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales, un organismo que determina si la edificación tiene valor patrimonial. Sin embargo, la ley 2548 no recibió una prórroga por parte de la Legislatura durante el año -a pesar de algunas presentaciones por parte de la oposición-, y a fin de mes caduca la protección.

Durante la última sesión extraordinaria, tampoco pudo ser tratado un proyecto de la diputada María José Lubertino (FPV), que buscaba “catalogar los inmuebles históricos” antes de autorizar cualquier modificación.

De ahí la urgencia de recurrir a la Justicia, que por suerte escuchó el reclamo.

La Justicia prohibió la demolición de edificios antiguos


La Justicia dio lugar a un recurso de amparo que protege a edificios anteriores a 1941. Fue a raíz de una presentación realizada por ONGs, luego de que la Legislatura no renovara la ley que les daba protección.

Casas antiguas en calle Carlos Calvo
La Justicia hizo lugar a un recurso de amparo presentado por organizaciones vecinales y ordenó al Gobierno de la Ciudad no demoler los edificios construidos antes de 1941 “hasta que la Legislatura trate el tema de fondo”.

La jueza Andrea Danas, del juzgado contencioso administrativo y tributario número nueve de la Ciudad, hizo lugar a la presentación de las organizaciones “Basta de Demoler”, “Fundación Ciudad”, “S.O.S Caballito” y “Proto Comuna Caballito”, entre otras, como consecuencia de que la Legislatura no renovara una ley que protegía de la demolición a los edificios con valor histórico y cultural anteriores a 1941.

En un comunicado publicado en su página web, Proto Comuna Caballito señaló: “La jueza Danas aceptó el argumento de urgencia presentado por varias ONGs ante la caída del régimen especial de promoción patrimonial el 31 de diciembre de este año (en referencia a la Ley 2.548)”.

“La medida protege los 140 mil inmuebles de Buenos Aires construidos antes de 1941, que representan casi el 20 por ciento del total de los 200 millones de metros cuadrados de la Capital”, precisó la entidad vecinal.

Proto Comuna Caballito expresó además que la jueza “le ordenó al Poder Ejecutivo de la Ciudad congelar todos los pedidos de demolición o reforma de edificios cuyos permisos de construcción o su existencia por catastro sea anterior a 1941”.

La organización vecinal hizo referencia a que el fallo de la jueza mantiene el impedimento "hasta que la Legislatura trate el tema de fondo y decida sobre la misma existencia del patrimonio de la Ciudad".

Por su parte, Basta de Demoler, que también emitió un comunicado, sostuvo: “Durante el año 2012, la Legislatura de la Ciudad deberá tratar los proyectos de ley que promueven dar protección legal efectiva a estos inmuebles patrimonialmente valiosos. La medida judicial dispuesta permitirá que mientras transcurra dicho debate no exista especulación inmobiliariaque pretenda apurar las demoliciones aprovechando la desprotección legal”.

Batalla ganada

27/12/2011
POR CAYETANA MERCÉ cmerce@clarin.com
La justicia prohibió la demolición de cualquier edificio porteño anterior a 1941.


Las ongs Basta de Demoler, Fundación Ciudad y S.O.S Caballito lograron su cometido: no se podrá demoler ningún edificio anterior 1941. Como defensoras del patrimonio arquitectónico de la Ciudad de Buenos Aires llegaron hasta la justicia cuando la Legislatura porteña decidió no renovar la ley 2.548 de protección para los inmuebles anteriores a ese año.

La ley fue prorrogada varias veces pero este año el bloque del PRO decidió no hacerlo. Si bien varios bloques opositores insistieron, no se consiguieron los votos suficientes.

En lo que la ong Basta de Demoler considera "un fallo histórico", el día 23 de diciembre, la jueza Andrea Danas, titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad N º 9, resolvió "ordenarle al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la suspensión del otorgamiento de permisos de demolición u obra respecto de la totalidad de inmuebles de dominio público o privado emplazados en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires, cuya fecha de construcción sea anterior al año 1941 o se encuentren incluidos en el inventario de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural en la categoría Edificios Representativos".

La decisión de la jueza Danas surgió luego de recibir una acción de amparo firmada por las ongs que la decidió a dictar una medida precautelar -resolución urgente- que busca impedir que una situación de hecho provoque una acción irreparable o una especulación inmobiliaria que apure las demoliciones. Esto congela la situación como está ahora hasta que los diputados debatan y resuelvan en la Legislatura que pasará con la ley o si se amplia el catálogo de edificios protegidos. Continuará...

Papa Noel se adelanto en el barrio de Villa Santa Rita y le dejó a los vecinos flor de regalito

Parecía que un año de lucha había dado sus frutos.
*En junio, con apoyo de medios, 4.000 firmas de vecinos, asambleas barriales y varios legisladores (Ezspteyn, Pedreira, Hourest, Cabandié) habíamos logrado que 
el Gobierno de la Ciudad paralice preventivamente los 2 edificios en construcción linderos a nuestro Pasaje peatonal Guillermo Granville, de tan solo 3 mtros de ancho.
* En ese tiempo accedimos a los expedientes de obra corroborando que el edificio de Jonte 3286 estaba levantándose con graves irregularidades respecto al plano y 
a los códigos de construcción. Hicimos la denuncia.
*En la última sesión del 2011 la Legislatura de la Ciudad aprobó el proyecto de re zonificación para el área de influencia del Pasaje, estableciendo que la Av. Jonte 
entre Cuenca y Lavallol, se afecte la zonificación R2bII del Código de Planeamiento Urbano.
*El jueves previo a Navidad mientras armábamos, como todos los años, el arbolito colectivo en medio del pasaje, llegó el inesperado regalo: 
un camión descargo ladrillos en la obra legalmente paralizada. Horas después varios obreros arreglaban encofrados, y levantaban paredes, amparados en un permiso de 
Garcia Falher ´´solo´´para sujetar las maderas sueltas para seguridad de los vecinos. Denunciamos pero siguen trabajando.
ladrillos 1.jpgLadrillos 2.jpg

Moraleja:
Los vecinos de Granville sabemos hace rato que lo único que puede garantizar que se respeten los derechos que tenemos como ciudadanos, no es Papá Noel
sino nuestra propia lucha. Exigimos a las autoridades que tomen las medidas necesarias para proteger a los vecinos del avance indiscriminado de la contruccion, en un barrio de casa bajas donde el %60 de las calles son pasajes.

Prohibido demoler

La jueza Andrea Danas, del juzgado contencioso administrativo y tributario 9 de la Ciudad, hizo lugar a un recurso de amparo presentado y ordenó al gobierno porteño no demoler los edificios construidos antes de 1941 "hasta que la legislatura trata el tema de fondo".
La presentación fue realizada por la organización "Basta de Demoler" y "Proto Comuna Caballito".

"La jueza Danas aceptó el argumento de urgencia presentado por varias organizaciones ante la inminencia de la pérdida de vigencia, el próximo 31 de diciembre, de la Ley 2548 que establece un Procedimiento Especial de Protección Patrimonial para dichos inmuebles", se informó mediante un comunicado  de Proto Comuna Caballito.

Además, señalaron que la medida "protege los 140.000 inmuebles de Buenos Aires construidos antes de 1941, que representan casi el 20 por ciento del total de los 200 millones de metros cuadrados de la Capital".

Proto Comuna Caballito informó además que la jueza "resolvió ordenarle al gobierno porteño la suspensión del otorgamiento de permisos de demolición u obra respecto de la totalidad de inmuebles de dominio público o privado cuya fecha de construcción sea anterior al año 1941".

La organización vecinal indicó que el fallo de la jueza hace extensivo el impedimento "hasta que la Legislatura trate el tema de fondo y decida sobre la misma existencia del patrimonio de la Ciudad".

AMPARO CONTRA LA DEMOLICIÓN

La jueza Andrea Danas, del juzgado Contencioso Administrativo y Tributario 9 de la Ciudad, hizo lugar a un recurso de amparo presentado por organizaciones vecinales y ordenó no demoler edificios construidos antes de 1941 "hasta que la Legislatura trata el tema de fondo".

La presentación fue efectuada por organizaciones vecinales, entre ellas "Basta de Demoler" y "Proto Comuna Caballito" luego de que la Legislatura decidiera no renovar este año una ley que protegía de la demolición a los edificios con valor histórico y cultural anteriores a 1941.
La jueza Danas, del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario 9 de la Ciudad, aceptó el argumento de urgencia presentado por varias organizaciones ante la inminencia de la pérdida de vigencia, el próximo 31 de diciembre, de la Ley 2548 que establece un Procedimiento Especial de Protección Patrimonial para dichos inmuebles.
La medida "protege los 140.000 inmuebles de Buenos Aires construidos antes de 1941, que representan casi el 20% del total de los 200 millones de metros cuadrados de la capital".
La jueza "resolvió ordenarle al Gobierno porteño la suspensión del otorgamiento de permisos de demolición u obra respecto de la totalidad de inmuebles de dominio público o privado cuya fecha de construcción sea anterior al año 1941".
Desde una de las organizaciones vecinales dijeron que "el fallo de la jueza hace extensivo el impedimento hasta que la Legislatura trate el tema de fondo y decida sobre la misma existencia del patrimonio de la Ciudad"

La Justicia prohibió la demolición de edificios anteriores a 1941

Fue a pedido de varias organizaciones que defienden el patrimonio.
CLARIN - 26/12/11
Lo que organizaciones defensoras del patrimonio arquitectónico porteño no consiguieron en la Legislatura lo obtuvieron a través de la Justicia. El viernes por la noche, pocas horas después de recibir en su juzgado una acción de amparo firmada por varias ONGs, la jueza Andrea Danas le prohibió al Gobierno de la Ciudad que autorice la demolición de cualquier edificio porteño anterior a 1941.
El expediente deberá pasar esta semana a otro juez ya que el viernes, día inhábil para los Tribunales, Danas era la jueza de turno.
La decisión fue tomada debido a que el último día de este año vence la protección establecida por la ley 2.548 . Esta norma dice que los pedidos para demoler edificios de más de 70 años de antigüedad deben ser analizados por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales. Sólo si este organismo entiende que el inmueble no tiene valor patrimonial, queda liberada la demolición.
Esta ley fue prorrogada varias veces, pero este año el bloque del PRO rechazó someterla nuevamente a votación en el recinto. Varios bloques opositores insistieron para prorrogarla, pero no consiguieron los votos suficientes.
La jueza Danas dictó una medida precautelar , que es una resolución urgente con la que se busca impedir que una situación de hecho provoque una acción irreparable.
El fundamento de la jueza fue, por un lado, que la Legislatura todavía tiene formalmente el tema en discusión y que entonces se debe congelar la situación como está ahora, hasta que los diputados resuelvan. En ese sentido, pidió a la Legislatura que envíe a Tribunales copias de los expedientes sobre el tema.
También se apoyó en el artículo 27 de la Constitución porteña, que establece que la Ciudad debe preservar su patrimonio urbanístico y arquitectónico.
El amparo fue presentado por las organizaciones Basta de Demoler, Fundación Ciudad y S.O.S Caballito, que señalaron que la medida judicial “permitirá que mientras transcurra el debate en la Legislatura no exista especulación inmobiliaria que pretenda apurar las demoliciones aprovechando la desprotección legal”.
Casos que generaron polémicas
El debate por el cuidado del patrimonio arquitectónico de la Ciudad ante el crecimiento de la construcción se recalentó en las últimas semanas, no solamente por la negativa del macrismo a prorrogar la ley que protege los edificios anteriores a 1941.
Por un lado se conoció la demolición se la última casa que habitó la poetisa Alfonsina Storni en Buenos Aires, a pesar de que la Legislatura ya había sancionado en primera lectura dos proyectos de ley que la protegían. La semana pasada, organizaciones dedicadas a la preservación del patrimonio organizaron una manifestación frente a la confitería del Molino, que cerró en 1997 y desde entonces se deteriora. Un día antes, el Gobierno de la Ciudad anunció que elevará a la Legislatura un proyecto de ley para expropiar el lugar y, tras un llamado a concurso, recuperarlo y reabrirlo mediante una concesión.
La cuestión se relaciona con el avance de obras en muchos barrios. Hace pocos días, por ejemplo, la Justicia frenó la construcción en altura en una zona de Belgrano R cuyos vecinos dicen que las torres alteran la fisonomía del barrio.

Medias Verdades

 Por Facundo de Almeida
Las medias verdades son una forma de mentir diciendo la verdad. Eso es lo que acaba de hacer el gobierno porteño cuando salió al cruce de las críticas de distintas organizaciones de ciudadanos y de referentes vinculados con la protección del patrimonio cultural, por el papelón de no prorrogar la leyes 2548 y 3056.
Estas normas aprobadas en 2007 y 2009, respectivamente, como saben los lectores de m2, protegen en forma preventiva hasta el 31 de diciembre de este año los inmuebles anteriores a 1941.
Esta vez no se pudo renovar por decisión del bloque del PRO, doblegando incluso al otrora patrimonialista ex legislador Patricio Di Stefano. Tampoco ayudaron algunos opositores que estaban más preocupados en conseguirse algún puestito para cuando dejaran la banca que en proteger el patrimonio cultural.
Fue un papelón, porque las autoridades locales argumentaron que no se podía seguir prorrogando una ley que lleva cuatro años de vigencia y reclamaron un inventario definitivo de los edificios valiosos. Esto nadie lo discute, pero lo que no dicen los funcionarios de turno es que la responsabilidad de hacer el catálogo es del Poder Ejecutivo de la Ciudad.
En artículos publicados en los diarios de la semana pasada el gobierno porteño expresa: “En el marco de esta ley (2548) ingresaron 5242 expedientes y se catalogaron 989 edificios. En el último año, se presentaron pedidos para demoler 1746 edificios y 129 fueron catalogados. Y en 2010, sobre 1114 pedidos se catalogaron 73”, porcentajes de protección realmente bajos, sobre todo en los dos últimos años. Esto tal vez se deba a que la Comisión de Patrimonio de la Legislatura pasó de manos opositoras a oficialistas en 2009.
Pero el Poder Ejecutivo indica en ese mismo artículo que “la Ciudad tiene 15.207 edificios protegidos, 8485 catalogados en los últimos cuatro años”. Para que este último dato fuera verdadero, deberían haberse catalogado por fuera del procedimiento de la ley 2548 y la 3056 un total de 7587 edificios –según los datos dados a conocer a la prensa–, algo que no surge del Boletín Oficial. Un edificio está catalogado cuando se incluye expresamente en una ley y la norma es publicada.
Pero esto no es todo. La cifra de algo más de 15.000 inmuebles protegidos tampoco es cierta. Para llegar a ese número suman parcelas que tienen “protección general”. La “protección general” se refiere a los predios ubicados dentro de un Area de Protección Histórica (APH), pero cuyos edificios no están catalogados. Es decir, aquellos que cuando se creó la APH se decidió que no tenían valor patrimonial y por ende no merecían ser protegidos en forma particular.
Para estos casos, la mayoría dentro de estas áreas –aunque hay un puñado de APH de uno solo o pocos inmuebles–, el punto 10.1.3.1 del Código de Planeamiento Urbano establece que “los bienes localizados en las áreas de protección (Distritos APH) no incluidos en nivel de protección especial alguno no podrán superar los valores promedio de F.O.S. y F.O.T. de los edificios catalogados existentes en las mismas”. Pero, obviamente, se pueden demoler.
Tan clara es la norma que en este caso habla de “bienes” y no de “edificios”, e incluso en esa categoría –tal vez los del PRO también los sumaron como “protegidos”– están incluidos los terrenos baldíos.
Se determina cuánto se puede construir en esas parcelas fijando límites de F.O.S. y F.O.T., como ocurre con cualquier otro distrito de la ciudad, pero adaptado a las características de la APH. No tendría ningún sentido definir estos parámetros si el edificio allí construido no pudiera demolerse y construir otro nuevo.
Tan es así, que el parágrafo siguiente, dedicado a la Protección Edilicia, dice que ésta “se refiere a lo construido en las parcelas. Se establecerán niveles particulares de protección e intervención, en el acto de su catalogación”.
Algo parecido sucede con los inmuebles emplazados en las Areas de Arquitectura Especial (AE), otra de las trampas macristas para llegar a 15.000 inmuebles protegidos. Estos tampoco están necesariamente catalogados. El código dice que “para las parcelas comprendidas en estos distritos, regirán las disposiciones generales correspondientes a los distritos de zonificación a los que se haya superpuesto, con excepción de aquellos aspectos que específicamente en cada caso se reglamenten”. Nuevamente no habla de inmuebles ni de lo construido en la parcela, y no quiere decir que todos los edificios dentro de una AE estén catalogados.
Por el contrario, la norma indica que en caso de demoler aquellos que no están protegidos o construir en un baldío, el nuevo proyecto debe seguir ciertas pautas que la ley fija en cada caso, aunque con los parámetros constructivos del distrito donde está incluida la AE.
En conclusión, los únicos inmuebles catalogados son aquellos que mediante una ley de la Legislatura han sido incorporados al catálogo definitivo de edificios de valor patrimonial, con algún nivel de protección específico: cautelar, estructural o integral. Se encuentren éstos emplazados en una APH, una AE o en cualquier otro distrito de la ciudad.
Esta flagrante contradicción surge de los propios datos que el gobierno porteño publicó en el “Atlas de Edificios Catalogados”, en el cual y a pesar de que el título busca confundir, en la página 18 se afirma que en Buenos Aires hay “11.426 edificios bajo protección patrimonial”. En la hoja siguiente se detalla que el catálogo de edificios de valor patrimonial incluye 3000 con protección cautelar, 800 con protección estructural, 45 con protección integral y uno con protección especial”, sumando un total de 3846 edificios catalogados.
Esta última cifra –suponiendo que hicieron bien la cuenta, y a esta altura permítanme dudarlo–, si la sumamos a la de los edificios verdaderamente catalogados entre junio de 2010 y diciembre de 2011, nos indica el número real de edificios protegidos en Buenos Aires.
El jefe de Gobierno parece tenerlo más claro que sus colaboradores. Expresa en el prefacio al Atlas que “nuestra gestión ha avanzado en ese sentido, impulsando la creación de más de veinte Areas de Protección Histórica y formalizando la catalogación de miles de edificios singulares”, diferenciando una cosa de la otra.
Sus subalternos no parece que puedan alegar ignorancia luego de cuatro años de gobierno y, si así fuera, sería muy grave.
En todo caso, los funcionarios de Desarrollo Urbano están asesorando mal a Mauricio Macri y habría que ver qué dicen abogados y fiscales, pero con la inclusión de estos datos en una publicación oficial, ¿no estarían incurriendo ellos mismos en el delito de falsedad ideológica, previsto en el artículo 293º del Código Penal de la Nación? Habrá que preguntarles a los expertos.