
Somos una ONG cuyo propósito es el estimulo de las herramientas de participación ciudadana con la certeza que esto promoverá una mejor calidad de vida. Nos basamos en la cooperación entre los vecinos a los efectos de potenciar las capacidades generales. Buscando pasar de un conocimiento ingenuo a uno critico. Tanto de el entorno mediato barrial. de la Ciudad, o la Nación.
miércoles, marzo 31, 2010
PARQUE DEL BICENTENARIO

domingo, marzo 28, 2010
El silencio de los negligentes
La aprobación de un régimen de penalidades para sancionar a los depredadores inmobiliarios es una deuda pendiente en la ciudad. La mejor ley de protección patrimonial no logrará detener las demoliciones de edificios valiosos si la destrucción ilegal –habitualmente de noche, durante fines de semana o feriados– no está perseguida y penalizada, o los castigos se aplican muy excepcionalmente y no provocan grandes preocupaciones en sus destinatarios.
Peor aún si las sanciones se limitan a los edificios catalogados, pero nada sucede cuando se destruye un edificio que se encuentra en estudio o protegido preventivamente por haber sido construido antes de 1941.
Cuando hace dos años el Ejecutivo porteño sancionó con la suspensión de la matrícula por un plazo de 15 años al arquitecto involucrado en la demolición de un edificio en la calle Bolívar, todos creímos que las cosas habían cambiado, pero siguen igual... o peor.
La laxitud de la norma que permitió sancionarlo dio lugar a que la Justicia le admitiera una medida cautelar y suspendiera el castigo, hasta tanto se determine en sede judicial si es responsable o no, algo que aún no se ha resuelto. El Ejecutivo recién contestó la demanda hace una semana, lo que demuestra que no hay un gran interés en que avance la causa. En muchos otros casos ni siquiera hay un profesional (ir)responsable a quien perseguir.
La renovada viveza es demoler los inmuebles de adentro hacia afuera y luego, ante el hecho consumado, justificar que el deterioro es irreversible y que el estado del edificio implica un peligro público. Los depredadores han llegado al extremo de convocar a la Guardia de Auxilio para que apuntale los edificios que ellos mismos han deteriorado y recomiende su demolición. Esto sucede porque el régimen de sanciones de la Ley de Patrimonio Cultural, que el Poder Ejecutivo debería haber enviado hace 6 años a la Legislatura, sigue brillando por su ausencia.
El muy buen proyecto que había elaborado la Subsecretaría de Patrimonio Cultural, que proponía incorporar un capítulo sobre el tema en el Código Contravencional y que la propia titular del organismo anunció en las páginas de m2, ha quedado en el olvido. Sus colegas de Desarrollo Urbano se sentaron arriba del expediente y con el largo tiempo transcurrido ya se trata de algo más que un acto de negligencia. El silencio se debe a que en el Ministerio de Fabricar Opositores –como lo denomina con agudeza el editor de m2– no quieren sancionar a los depredadores patrimoniales y menos aún admitir que la Ley de Patrimonio Cultural designa como autoridad sobre la materia y le otorga el poder de policía al Ministerio de Cultura.
Pero lo más grave es que, a la vez que dejan indefenso al patrimonio cultural porteño, al incumplir con la ley, exponen al jefe de Gobierno a una posible imputación por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
A esta altura, la Legislatura porteña debería tomar cartas en el asunto y no solamente promover la investigación de las eventuales responsabilidades que les quepan a los funcionarios involucrados, sino también derogar el artículo de la ley 1227 que le ordena al Poder Ejecutivo elaborar ese régimen y trabajar rápidamente para redactar y sancionar un proyecto surgido del propio cuerpo legislativo. Tal vez éste sea uno de los principales desafíos para la gestión que acaba de comenzar el diputado Patricio Di Stefano como presidente de la Comisión de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura.
miércoles, marzo 17, 2010
¡Cuidado, usted puede ser millonario!
Por Jorge Oviedo
Suponga que compró hace mucho una casa en un barrio apartado. Que al cabo de años la zona mejoró, porque llegó el subte, se hizo un shopping o cosas por el estilo. Tal vez Ud. ya se jubiló, pero se encuentra con que las casas de los alrededores se venden a precios altísimos. Y con que el gobierno de la Ciudad quiere cobrarle impuestos sobre la vivienda como si se hubiera vuelto millonario.
El gobierno porteño dice que quiere valuar los inmuebles según el precio de mercado y actualizarlo todos los años, como pasa con las patentes de los autos ¿Parece lógico? No lo es. El mercado de automóviles es muy distinto al de los inmuebles. Un mismo auto no cambia de valor según el barrio en el que está. Y pasado el tiempo, salvo rarísimas excepciones, sólo se desvaloriza en términos reales y no lo contrario.
¿Por qué proponen algo así Macri y los suyos? Porque están cortos de fondos. Y dicen que no quieren dejar de hacer obras, como si ésos fueran los únicos que pueden recortarse. Nadie, no sólo Cristina, quiere hacer un ajuste, en particular si se tiene sueños presidenciales.
Hay más malas noticias. El mercado de los inmuebles está alterado. Un estudio de la UADE muestra que se necesita el doble de salarios que en 1997 para comprar un metro cuadrado de vivienda. El valor de muchas propiedades no tiene relación alguna con los costos, ni con la capacidad de compra de los que necesitan una propiedad, ni con la renta que se puede obtener alquilándolos. Para decirlo claramente: el valor de las propiedades está enloquecidamente alto.
¿Por qué? En la Argentina de los Kirchner, en la que se confiscaron los ahorros acumulados en las AFJP, con el dólar planchado por una presidenta del Banco Central que prometió mantenerlo alto, con depósitos a plazo en pesos que pierden por goleada con la inflación y boqueteros que vacían como si nada algunas cajas de seguridad, nada parece más seguro que los ladrillos. Y nada parece capaz de abaratar los metros cuadrados, ni siquiera la fortísima recesión de 2009. Dicen los kirchneristas que el Gobierno mejora la distribución del ingreso, pero la vivienda está cada vez más lejos para los asalariados.
En el momento en que más caras están las viviendas, que los bolsillos son erosionados por la inflación que al Gobierno ni le preocupa y la mayor presión impositiva de la historia en la Nación, aparece un proyecto porteño que propone actualizar impuestos según los precios del mercado inmobiliario. ¿Por qué sus autores habrán hecho campaña electoral prometiendo bajar tributos?
martes, febrero 23, 2010
LUNES 22 NUEVO APAGON 21,30 HORAS
ULTIMO MOMENTO, LUNES 22, 21,30 HORAS NUEVO APAGON EN CABALLITO
Loa vecinos ya cansados por 7 dias de cortes permanentes salieron en masa a las calles, hubo cortes en Rosario, Rivadavia y Yerbal (a la altura de Primera Junta). Honorio Pueyrredon (HP) y Neuquen, HP y Avellaneda HP y Aranguren, Acoyte y Aranguren, Rojas y Aranguren. Avellaneda y Rojas, y en el Cid Campeador, entre otros. Los vecinos exigen la rescisión del contrato de EDESUR. que se vayan los inutiles. Se convocan nuevos cacerolazos para el martes a las 19 horas en Rojas y Avellaneda y en Acoyte y Aranguren.
lunes, febrero 22, 2010
CORTES PREVENTIVOS
Proto Comuna Caballito
Hechos. No palabras.
Ante todo les comentamos que en cacerolazo encontraran fotos y videos del cacerolazo a Macri y EDESUR del pasado sabado 20 en el Cid Campeador.
Para comenzar, cosa que no es habitual, les comentare mi caso particular, solo para ser tomado de ejemplo de lo que estamos padeciendo muchos vecinos porteños. El lunes 15 a las 22 horas se corto el suministro electrico por 44 horas, hasta las 18 horas del miercoles. Luego el viernes a las 16,30 horas se volvio a cortar el suministro hasta las 2 horas del dia domingo, esta vez fueron 33 horas. Con la salvedad de que desde ese momento el servicio se provee con un enorme camion que contiene un grupo electrogeno FOTO CAMION . Desde ayer, domingo a las 20 horas tuvimos 3 cortes de energia de media hora cada uno y una marcada baja de tension que ahora cuando escribo estas lineas oscila peligrosamente entre los 170 y los 190 Vols., lo normal es 220 y el limite de operacion de los artefactos electricos es de 200 y no debe oscilar. Ya varios vecinos sufrieron daños en aparatos electricos. Por lo cual estamos realizando una cadena de llamados y timbrados para avisar que solo se pueden dejar conectados las luces, ya que todo lo demas corre riesgo de destruccion. Al fin y al cabo despues de 60 horas del fin de la lluvia seguimos sin heladera, freeser, tv, bombas elevadoras de agua, etc. Solo ahorramos en velas. Esta situacion es padecida por 7 manzanas de Caballito.
Decenas de camaras de tension de EDESUR sufrieron grandes daños en numerosos barrios de la Ciudad. Sin lugar a dudas esto no fue un corte preventivo. Fue un desastre del que no hay un solo culpable e intentaremos enumerar algunas de las causas.
Segun la Auditoria de la Ciudad la administracion macrista a permitido por negligencia o complicidad un deficiente trabajo de las empresas concesionarias del servicio de limpieza y mantenimiento de la red de sumideros. Asimismo no se realizaron los trabajos de limpieza de la salida de los arroyos entubados y sistema de sumideros en el Rio de la Plata, que penetra en los mismos durante las sudestadas llenando su lecho con lodo y todo tipo de objetos que luego traban la salida del agua. Asimismo los numerosos asfaltos sobre asfalto electoral del macrismo no respetaron los angulos que deben tener para no inundar las veredas (y las camaras). En el mismo sentido el retiro de adoquines y su reemplazo por cemento disminuye en un 20% la superficie escurrible en esas calles. De la misma manera el asfaltado de calles que tenian adoquines las impermeabilizan, sobrecargando la red de sumideros. Siguiendo esta linea se esta llenando de cemento las plazas publicas y tirando abajo arboles, a veces centenarios, en absurdas remodelaciones. Los arboles realizan 2 procesos muy importantes. El realentar la caida del agua en su follaje, difiriendo la llegada al piso de la misma en relacion al pico de la tormenta. Y la absorcion de agua por sus raices. Por si todo esto fuera poco la complacencia macrista sigue permitiendo (y alentando) un modelo constructivo perverso que concentra la construccion en solo un 30% de la superficie de la Ciudad, asi un barrio como Caballito, uno de los mas altos de Buenos Aires desde hace 6 años sufre inundaciones. Caballito, con solo el 3% de la superficie de la Ciudad, concentro del 6% (este año) al 16% (año 2005) de todo lo que se construyo en Buenos Aires en los ultimos 8 años. Este fenomeno que permite grandes ganancias a unos pocos causa grandes daños a la mayoria de los habitantes del barrio.
En mano, en diciembre del año pasado, le entregamos al hoy Ministro de Medio Ambiente Diego Santilli un informe oficial de Aysa que muestra el grado de destruccion del sistema cloacal y de suministro de agua en 5 barrios de la Ciudad. Y hasta ahora nada ocurre. Esta densificacion injustificada (Caballito 30.000 habitantes por km2, Ciudad de Buenos Aires 15.000 habitantes por km2., Argentina 17 habitantes por km2) llevo, entre otros problemas, a la impermeabilización de todos los lotes construidos en los ultimos ocho años. De 2 a 12 por manzana, segun la zona del barrio (mas alla de que se vea algo verde, debajo de el esta la loza de las cocheras). Toda el agua que era recogida por esos espacios verdes privados va ahora integramente a los pluviales. Como si esto fuera poco la conducta habitual de los constructores en vaciar los restos de los camiones cementeros en los pluviales. Ese material fragua y obstruye las cañerias.
Una nota como para terminar esta parte de las responsabilidades. La unica y monumental obra de esta administracion para frenar las inundaciones, ademas de estar acusada en la Justicia de contaminar el acuifero Puelche, solo supuestamente, funcionaria con una altura del Rio de la Plata de 1,2 metros, cuando el lunes pasado la altura del mismo era de 2,60 metros, en ese caso los supuestos tuneles aliviadores solo permitirian el ingreso de mas agua a la Ciudad, en lugar de escurrirla. Es una obra de 200 millones de dolares que no sirve para nada.
En el caso de EDESUR es evidente la falta de inversion. Como boton de muestra les contamos que en la camara que no funciona y esta remplazada por el grupo electrogeno que funciona mal, salen 7 cables de provision de servicio (el de entrada es el que se fundio y todavia no empezaron a picar para cambiarlo). De ellos, uno fue puesto por EDESUR, 4 son de SEGBA y dos de CADE (Compania Argentina de Electricidad). Eso implica que un cable tiene menos de 15 años de uso, 4 de 15 a 50 años de uso y 2 mas de 50 años de uso (ya que CADE desaparecio en 1960), la camara no cuenta con bomba de achique. Y la capacidad del transformador (que exploto 2 veces en tres dias) es la misma desde hace 30 años. Cuando el consumo se a disparado en los ultimos tiempos. Asimismo segun los propios contratistas de EDESUR la camara sufre inundaciones por el crecimiento de las napas. lo que demuestra que no es "estanca", y presenta filtraciones. Situaciones parecidas ocurren en gran parte de la red. Obsolescencia de materiales, falta de infraestructura y mantenimiento, falta de inversion y adecuacion a los nuevos consumos y necesidades. Todo esto hace evidente el absoluto descontrol y complicidad del ENRE y con el de las autoridades nacionales.
Esta empezando a llover fuerte, si no me apuro, un nuevo "corte preventivo" de 33 horas me espera y no podre mandarles este correo, tengo bastante mas por decir pero me corre el agua.
Una aclaracion, estoy trabajando con la bateria de emergencia de la computadora que no me animo a enchufar a la red.
Los Saludo fraternalmente
Lic. Gustavo Desplats
Proto Comuna Caballito
Informes: 4903-7444 15-4163-5901
jueves, febrero 18, 2010
Vecinos y Gobierno le apuntan a Edesur
Por Martín Mérola
La principal preocupación, relató Desplats, es por la falta de agua en los tanques de las casas de los vecinos, muchos de los cuales por su edad avanzada "no tienen la fuerza para cargar un balde de 20 litros hasta el tanque de agua". Situación similar viven vecinos de otros barrios afectados como Villa Crespo. En Caballito, la Protocomuna se puso a disposición de los que necesiten ayuda, al tiempo que solicitó a los más jóvenes que ofrezcan su ayuda a los vecinos de edad avanzada.
La bronca e indignación de quienes aún esperan volver a vivir en el siglo XXI se dirige principalmente a Edesur, empresa prestadora del servicio, desde donde recibieron reiteradas promesas incumplidas del reestablecimiento del servicio hasta que ya no recibieron otra respuesta más que la del contestador automático. Afortunadamente, el servicio sí funciona en los sanatorios y en algunas de las zonas del barrio.
La exasperación llevó a los vecinos a la protesta durante la jornada de ayer cuando un cacerolazo espontáneo se hizo escuchar por las cales del barrio. "A las 19 de la tarde de hoy, si aún no regresa el servicio, realizaremos otro organizado en Acoyte y Rivadavia, aunque justamente en esa esquina haya luz", adelantó Desplats.
El dirigente de la organización se hizo eco de la queja general de sus vecinos y aseguró que el corte de luz actual "es el más importante de los últimos 20 años" en el barrio. "En ninguna lluvia anterior nos quedamos tanto tiempo sin corriente eléctrica", manifestó. Además, deslizó una crítica al Gobierno de la Ciudad, alegando que si bien hubo a agentes de la Policía Metropolitana revisando el funcionamiento de los semáforos, no hubo presencia oficial al momento de brindar ayuda a los damnificados.
PROMESAS Y ACUSACIONES
Según comunicó la agencia Télam, desde Edesur se informó que "el 95 por ciento de los clientes afectados por las cámaras inundadas ya recuperaron el suministro de energía". Además adelantó:"Se espera que para esta tarde vuelva la luz" a los barrios que, como Villa Crespo y Caballito, siguen afectados.
Desde el Gobierno porteño, en cambio, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró mediante un comunicado que la empresa había prometido que el problema "iba a estar solucionado para ayer a la noche y no lo está". "Esto es inadmisible", dijo sobre la falta de electricidad, "Edesur deberá hacerse cargo de los daños que está ocasionando a todos los vecinos, en sus comercios y viviendas".
El funcionario también habló de las dificultades que tiene el Gobierno para enfrentarse a las consecuencias de la inundación debido a la falta de energía: "Queremos atender a la gente como se lo merece y dar el subsidio a la gente afectada pero eso se ve dificultado en algunos casos por la falta de luz". "Le pedimos encarecidamente a Edesur que trabaje con el ritmo necesario para que los vecinos vuelvan a tener el servicio eléctrico".
SIN LUZ
Proto Comuna Caballito
Hechos. No palabras.
El gobierno macrista insiste por todos los medios de comunicacion en convocar a los vecinos para que realicen las denuncias pidiendo el subsidio, de un maximo de 5000$, entregado a las victimas de inundaciones.
Como nos tiene acostumbrados el macrismo desconoce las propias leyes de la Ciudad. La Ley 1575 creo un fondo para los damnificados, ese fondo tiene un monto de financiamiento establecido y propuesto por la administracion. En este año 2010 el monto total a repartir por este subsidio es de 5.000.000$ (pesos cinco millones). Por lo cual se deduce rapidamente que solo se podran entregar 1000 pagos de 5000$ y se agotara totalmente el monto a entregar para todo el año 2010. Seguramente por decreto prohibirán nuevas emergencias durante este año.
Es realmente una falta de respeto a los ciudadanos el impulsarlos a realizar tramites y presentaciones administrativas cuando por lo exiguo del monto la mayoria de las presentaciones de comerciantes y vecinos deberá ser rechazada por falta de fondos para pagar.
Asimismo un informe de la Auditoria de la Ciudad de Buenos Aires comunica que durante la administracion macrista la limpieza de sumideros es la peor de los ultimos 12 años de la Ciudad (toda su vida autonoma).
Lluvias de casi 90 milímetros en tres horas ocurren casi todos los años en la Ciudad, y ocurriran mas habitualmente a causa del recalentamiento global. Las politicas de la Ciudad parecen desconocerlo. Mientras siguen permitiendo la destruccion de arboles y la desaparicion de terrenos absorbentes que son reemplazados por cemento. Favoreciendo a la especulacion inmobiliaria por sobre el bienestar de los vecinos. La Ciudad de Buenos Aires sigue sin un planeamiento urbano estrategico que permita un desarrollo sustentable y equilibrado que garantice la calida de vida de sus habitantes.
Los grandes equipos tecnicos y la capacidad de gestion del macrismo deben estar guardados en el mismo polvoriento cajon donde estan los 10 kilometros de subte por año. Bajo el titulo: Promesas/mentiras de campaña.
Los Saludo fraternalmente
Lic. Gustavo Desplats
Proto Comuna Caballito
Informes: 4903-7444 15-4163-5901
martes, febrero 09, 2010
El Código que se cae de viejo
Por Sergio Kiernan
La página web del gobierno porteño no actualiza el Código de Planeamiento Urbano desde hace años. Y eso ya está generando “confusiones” que pueden ser muy rentables para algunos y ruinosas para otros.
Uno de los problemas de la vida argentina es que nunca queda en claro dónde termina la estupidez y dónde comienza la mala fe. Los paranoides, firmes creyentes en la causalidad de todo, sienten que no hay funcionario que no dé puntada sin hilo. Ni la experiencia de verlos de cerca, en su estupenda incompetencia, conmueve la fe del paranoide en la corruptela constante y coherente. Y tienen un argumento muy fuerte para taparles la boca a quienes creen que la estupidez es, nomás, la fuerza más poderosa en este Universo: los funcionarios suelen equivocarse para el lado que le resulte más rentable a alguien.
El defensor adjunto de la Ciudad, Gerardo Gómez Coronado, dedicado a temas de calidad de vida e interesadísimo en el patrimonio edificado, acaba de descubrir un caso ejemplar de estupidez sospechosa.
Desde que la ombudsman porteña Alicia Pierini tuvo la estupenda idea de crear esta defensoría adjunta, su organismo se está transformando en una muy útil herramienta para que los vecinos de la Ciudad reclamen y, sobre todo, quiebre el lúgubre secreto que parece cubrir los actos de gobierno del Ministerio de Desarrollo Urbano.
Fueron justamente los vecinos los que le señalaron a Gómez Coronado una aparente torpeza sumamente lucrativa. Resulta que en Acevedo 430, Caballito, hay un edificio en venta. La inmobiliaria lo anuncia como demolible para construir en altura, dentro de la normativa R2aII. Esta sigla incomprensible
es muy conocida en Caballito, barrio que protagonizó una lucha de años contra las torres y logró que se bajaran las alturas de una amplia región. En términos del código lleno de siglas que nos rige, esto significó que esa zona pasó de R2aII a R2bII, lo que significa que no se puede construir más en altura sino apenas modificar un poquito edificios ya existentes.
Esto es urbanismo civilizado, por dos razones. Primero, porque las calles residenciales de, por ejemplo, el área entre Parque Centenario y Rivadavia, no se van a transformar en cañones oscuros como ya es, también por ejemplo, la calle Yerbal a esas alturas. Y segundo, porque al poderse agregar apenas un piso parcial y retirado, ya no es rentable el prostibulario negocio de demoler el patrimonio para reemplazarlo por un edificio de ínfima calidad, pero grandote. Esto es, mejor vida y mejores edificios.
Gómez Coronado se interesó en este extraño sapo de la inmobiliaria en cuestión, que seguía vendiendo como si no existiera la rezonificación. Lo curioso es que el cambio fue sancionado como ley 2722 en mayo de 2008, hace casi dos años, y fue publicado en el Boletín Oficial en julio de ese año. La explicación es formidable: el cambio no figura en la página web del gobierno porteño, que consultan propios y ajenos para saber dónde están parados. Esta página web tiene entre otras muchas cosas una versión digital del Código de Planeamiento Urbano de nuestra Ciudad. En su versión de papel, este Código –que no es tal sino apenas una ley gorda– consiste en dos grandes volúmenes, últimamente encuadernados como carpetas. El primero y mayor resume las leyes que rigen la construcción y destrucción de nuestro tejido urbano. El segundo son las famosas “planchetas”, un atlas de Buenos Aires repleto de colores y siglas que algún día hará las delicias de los arqueólogos.
Estas planchetas son una colección de mapas muy detallados de la Ciudad, que permite ver qué se puede hacer en cada rincón y lote. Quien sepa leer los colores y las siglas sabrá con precisión hasta dónde se puede llegar. Como se entenderá, estos tomazos no son exactamente baratos.
Tampoco se editan en cantidades masivas, porque resulta mucho más barato y práctico poner a disposición del público el Código para que sea consultado cuando hace falta. Este tipo de acceso es casi la razón de ser de Internet y no extraña que el Código y sus planchetas estén disponibles en la página del gobierno porteño.
Lo que se encontró Gómez Coronado es que, según la página oficial, nunca se cambió la zonificación de esta parte de Caballito y esto genera una situación potencialmente grave. Es que la inmobiliaria le puede mostrar al interesado la plancheta por Internet, mostrando que efectivamente Acevedo 430 puede ser demolido y reemplazado por algo feo y grandote. Pero la ley rige y fue debidamente publicada en el Boletín Oficial, con lo que Acevedo 430 no puede ser reemplazado por algo mayor, aunque sí puede ser demolido. Es fácil imaginar los juicios cruzados si alguien es tan zonzo de comprar sin consultar el Boletín Oficial: el comprador contra la inmobiliaria, la inmobiliaria contra el gobierno porteño, y combinaciones varias, de acuerdo con la picardía de los abogados.
El defensor adjunto acaba de girar su actuación 118, señalando este problema y subrayando que, “por lo general, los vecinos desconocen la existencia” del Boletín Oficial. Y se podría agregar, luego de haber buscado alguna información específica en esa publicación, que hasta los que saben que existe lo consideran una pesadilla. Por todo esto, Gómez Coronado solicita al secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, que haga actualizar rápidamente la página web, incluyendo las muchas leyes que lo modificaron en estos años.
Y son años: el Código no se reimprime desde 2007.
domingo, enero 31, 2010
LA REFORMA NECESARIA
Hace pocas semanas dábamos cuenta en esta misma columna de la positiva evolución de las instituciones del patrimonio arquitectónico en los últimos años. No hay duda de que estamos mucho mejor: se crearon instancias especiales en la Legislatura y la Defensoría del Pueblo, se desempolvaron aspectos del Código de Planeamiento Urbano que se encontraban en desuso, comenzó a aplicarse parcialmente la ley de Patrimonio Cultural, se instauró, hasta fin de este año, un procedimiento de protección preventiva para los edificios construidos antes de 1941, la Justicia local intervino en forma efectiva frente a flagrantes violaciones de derechos a la protección del patrimonio cultural, y se produjo una movilización vecinal sin precedentes encabezada por organizaciones como Basta de Demoler, S.O.S. Caballito, Protocomuna Caballito, Proteger Barracas, Preservar San Telmo, Devoto Preserva, entre otras.
Sin embargo, el incremento notable en estos cuatro años de la cantidad de inmuebles catalogados –se protegieron más de 800– y la aprobación o reglamentación de 30 nuevas Areas de Protección Histórica, ampliando considerablemente la superficie de la Ciudad que está protegida, exigen repensar el sistema de protección, inspección, estímulos y sanciones para el patrimonio edificado.
Por estos días el Ministerio de Desarrollo Urbano ha hecho público un estudio por el cual determinaron que la mayor parte de las parcelas de Buenos Aires estarían ocupadas por edificaciones bajas y sólo el 23,4 por ciento por torres y edificios en altura. Para el ministro Daniel Chaín, titular del área, el reclamo vecinal contra la construcción indiscriminada de torres estaría entonces provocado por una suerte de “sensación de construcción indiscriminada de torres” en razón de que los edificios se encuentran concentrados en algunos barrios –San Nicolás, Recoleta, Retiro, Palermo, Belgrano, Montserrat, Almagro, Balvanera, Caballito y Flores– más que por el real incremento desmedido y anárquico de la edificación. Parece no recordar que los reclamos fueron protagonizados por vecinos de algunos de estos barrios, pero también por los de Villa Devoto, Villa del Parque, Barracas, Colegiales, Coghlan, Segurola, Belgrano R, Constitución y La Boca.
Este estudio sería sólo una cuestión testimonial si no viniera acompañado por el anuncio de la elaboración de un nuevo Código de Planeamiento Urbano, basado en el Plan Urbano Ambiental sancionado en 2008 por la Legislatura porteña.
La solución, anuncian los arquitectos de Desarrollo Urbano, sería reemplazar el actual sistema de F.O.T. (para calcular lo que se puede construir se multiplica la superficie del terreno por un coeficiente) por uno nuevo donde se fijen las alturas máximas en cada sector de la ciudad. Lo que nadie dice es si las alturas serán establecidas respetando las que predominan en la actualidad según las características de cada barrio o como ocurre con la normativa actual, si se fijarán límites muy superiores condenando a la demolición a las casas bajas según el interés de los desarrolladores inmobiliarios.
En este debate que se viene no puede quedar fuera la preservación del patrimonio arquitectónico y su consiguiente impacto sobre el medio ambiente y la calidad de vida. Para ello debe organizarse, replantearse y fortalecerse la normativa y las instituciones vinculadas con el tema.
La existencia de dos normas referidas al patrimonio edificado –la Ley 449, conocida como Código de Planeamiento Urbano y la Ley 1227 de Patrimonio Cultural– fijan autoridades de aplicación distintas –el Ministerio de Desarrollo Urbano y de Cultura, respectivamente– algo que en la práctica deja en manos de los arquitectos que copan la primera de estas instituciones, que ahora ni siquiera se llama de “Planeamiento”, sino de “Desarrollo”, algo que la mayoría de los funcionarios confunde con la construcción de edificios altos. Como dice el editor de m2, es dejar en manos de Drácula la Dirección General del Banco de Sangre.
Otro aspecto a resolver es la falta de unificación de criterios entre ambas normas para la preservación de los inmuebles. La segunda de ellas, más moderna, progresista y adecuada a los principios de la Constitución de la Ciudad, incluye la protección de conjuntos, de sitios y lugares históricos, e incluso permite proteger el uso si éste se encuentra asociado a su valor patrimonial, pero el organismo responsable de su aplicación –el Ministerio de Cultura– no ha ejercido jamás el poder de policía que le otorga la ley.
Las sanciones brillan por su (casi) ausencia. Hay que ir a buscarlas al Código de Edificación y son leves y difíciles de aplicar, y las del Código de Planeamiento Urbano sólo existen para el caso extremo de la demolición sin permiso de un edificio catalogado –prohibición de construir más del 70 por ciento de la superficie existente al momento de la protección– y no se registran antecedentes de su aplicación. Tampoco se ha establecido el régimen de penalidades que ordena la Ley de Patrimonio Cultural, sancionada hace ya seis años.
En cuanto a la estructura administrativa la situación es peor. El Poder Ejecutivo no ha acompañado las reformas que se sucedieron en los otros poderes del Estado local. Las áreas específicas del Ministerio de Cultura son una Dirección General del Casco Histórico que brilla por su ausencia y que no ejerce un poder real en el área que le toca intervenir y una Dirección General de Patrimonio que, más allá de las buenas intenciones de su directora actual, sólo ha podido incidir en casos puntuales como fue la estrategia legislativa para salvar la Casa de Liniers.
En Desarrollo Urbano, poder real en la materia, el patrimonio arquitectónico se encuentra reducido a una Supervisión de Patrimonio Urbano, en la escala inferior de la estructura jerárquica, y que, más allá de los esfuerzos de su responsable y equipo –que no supera la docena de empleados–, poco puede hacer para actuar sobre una ciudad que año a año incrementa sus inmuebles y áreas protegidos.
Acompañando esta tarea está el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales, que a pesar de adquirir nuevas competencias y responsabilidades –ahora sus decisiones son vinculantes y tiene que evaluar todos los pedidos de obra o demolición de edificios anteriores a 1941– sus miembros siguen ejerciendo la función ad honorem.
Este Ministerio tiene también a su cargo la facultad de inspección de las obras e intervenciones en edificios de valor patrimonial. Esta tarea la ejercen los mismos inspectores que tienen relación cotidiana con los gestores representantes de los desarrolladores inmobiliarios –lo que tiñe de sospechas muchas de sus intervenciones– y sin una especialización en materia de restauración de edificios valiosos.
La reforma es necesaria y urgente. Tal vez un camino posible sea la sanción de un Código de Patrimonio Arquitectónico que unifique las otras normas, establezca criterios de intervención que permitan aplicarse a cada inmueble y dentro de éste a cada sector del mismo –como ha sugerido en más de una oportunidad el arquitecto Fabio Grementieri–, fije sanciones precisas y contundentes, y promueva estímulos efectivos y adecuados que hagan sustentable el patrimonio edificado.
La aplicación de ese Código podría estar a cargo de un Consejo de Patrimonio Arquitectónico, que al estilo de otros que existen en la Ciudad –el de los Niños, Niñas y Adolescentes, por ejemplo– dependa del jefe de Gobierno, cuente con la estructura y personal, y poder de policía suficiente para cumplir su función, y esté integrado por profesionales de diversas disciplinas, representando al Ministerio de Cultura, al de Desarrollo Urbano, a la Legislatura y Organizaciones No Gubernamentales –respetando las funciones concurrentes que establece la Ley de Comunas–, para establecer criterios e implementar planes de acción de preservación, restauración, puesta en valor y sustentabilidad del patrimonio, y más allá de la dimensión arquitectónica, incluya aspectos como la viabilidad económica, la función social de los inmuebles patrimoniales y la preservación del medio ambiente.
* Licenciado en Relaciones Internacionales. Magister en Gestión Cultural por la Universidad de Alcalá de Henares.
jueves, enero 14, 2010
Dicen que la Ciudad puede seguir creciendo, pero sin tantos edificios
La polémica por la construcción
Por: Nora Sánchez
Buenos Aires tiene mucho potencial, pero los expertos afirman que para desarrollarse no necesita crecer en altura. El debate se generó a partir de un relevamiento parcela por parcela del Ministerio de Desarrollo Urbano, publicado por Clarín el 3 de enero, que reveló que sólo el 23,4% de las 296.533 edificaciones de viviendas y oficinas tienen más de tres pisos. Los especialistas dicen que sería aconsejable aumentar la densidad de población de la Ciudad en las áreas donde se concentran los servicios y los empleos. Pero advierten que densidad no equivale a altura. En cambio, proponen recuperar edificios ya existentes o edificar pocos pisos, pero hasta el fondo de manzana.
"Es recomendable que algunos sectores de la Ciudad, los mejor conectados y comunicados, se densifiquen con el fin de concentrar vivienda y trabajo con servicios -sostiene el presidente de la Sociedad Central de Arquitectos, Daniel Silberfaden-. Hay que permitir que haya una ciudad dentro de otra y que convivan diferentes densidades, velocidades y usos, entremezclados y relacionados a través del espacio público. Hace falta repensar la Ciudad, pero cualquier plan debe reconocer la existencia de la Ciudad real, con sus fortalezas y debilidades. Y debe ser discutido de lo general a lo particular, desde los vecinos hasta los expertos, con consensos en pirámide de abajo hacia arriba".
"La Ciudad debería ofrecer zonas de mayor y de menor densidad -dice el urbanista Alberto Varas-. El problema es cómo se distribuye la relación entre edificios altos y bajos, porque el Código de Planeamiento vigente es genérico y no considera al entorno. Buenos Aires se presta para mantener bajas las áreas ya consolidadas, como Devoto o Parque Chas. Otras zonas, como Villa Crespo o Colegiales, pueden crecer con relativa baja altura, con edificios de tres o cuatro plantas. Porque densidad no es sinónimo de altura: un tejido compacto de construcciones de cuatro pisos da mucha densidad. También hay áreas sin desarrollar, como los bordes del Sur y el Oeste con la General Paz, donde se podrían hacer viviendas. Porque sería más conveniente que los que trabajan en Capital, vivan en Capital, para disminuir los costos de infraestructura y los traslados".
"En esta discusión tenemos que participar los vecinos, porque somos los primeros afectados y hasta ahora no fuimos tenidos en cuenta -reclama Santiago Pusso, de Basta de Demoler-. En los debates de urbanismo, siempre se privilegia la teoría pero no se tienen en cuenta las consecuencias para la gente. Hay zonas que por densificarse se han tornado incómodas de vivir, por eso muchas personas ser fueron a barrios del conurbano".
Margarita Charrière, ex subsecretaria de Planeamiento de la Ciudad y pro-secretaria del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo, también aboga por aumentar la cantidad de habitantes en áreas centrales. Pero advierte: "No necesitamos torres para aumentar la densidad habitacional. Hay modelos de ocupación del lote hasta el fondo de manzana, con patios y alturas bajas, con los que se consigue la misma densidad. Además, hace falta una ley de recuperación de edificios, para rehabilitar construcciones en desuso que fueron levantadas antes de que existiera el Código de Planeamiento y hoy están fuera de norma. Se trata de edificios vacíos que se podrían adaptar a usos actuales, lo que ayudaría a preservar la imagen de los barrios".
El arquitecto Fernando Diez, especialista en Desarrollo Urbano, observa: "Los edificios altos están desparramados en la ciudad y eso es un problema, porque se produce la segmentación del tejido, algo perjudicial tanto para las construcciones altas como para las bajas. La ciudad es heterogénea y hay que buscar una solución para cada área. Hay lugares donde está permitido levantar edificios y tiene sentido hacerlos. Y sitios donde ahora se permiten pero convendría prohibirlos. Los constructores compran terrenos donde ya existen los derechos de construir en altura, lo que pasa es que esos derechos no habían sido ejercidos antes. Entonces, para poder decidir estas cuestiones y cambiar la norma en función de la conveniencia urbanística, y no de los intereses particulares, hay que crear una neutralidad económica".
Según Diez, hay que crear un mercado de derechos de construcción. De esta forma, los dueños de propiedades en lugares donde se prohíba construir en altura podrían venderle los derechos de construcción perdidos a los dueños de las parcelas donde la norma empiece a permitir la construcción hacia arriba. Para ejercer el derecho a construir en altura, estos últimos estarían obligados a comprárselo a los primeros. Así se evitarían demandas al Estado por los cambios en la regulación.
"Más allá de la discusión sobre si densificar o no, hay que analizar cada área y buscar alternativas que mejoren la calidad de vida -dice Pusso-. Nuestra postura no es no a las torres, sino que hay que planificar la ciudad y preservar la identidad de los barrios".
domingo, enero 03, 2010
Cae un mito: sólo un cuarto de la Ciudad tiene edificios
CLARIN, BA, 3 DE ENERO DE 2010
El 96% de las construcciones no supera los diez pisos
Por: Nora Sánchez
Un mito acaba de derrumbarse: en Buenos Aires no predominan los edificios altos, sino las construcciones bajas. El Ministerio de Desarrollo Urbano porteño hizo un relevamiento parcela por parcela para determinar los usos de suelo. Y detectó que apenas el 23,4% de las 296.533 edificaciones destinadas a viviendas o departamentos, oficinas, instituciones o fábricas que hay en la Ciudad tienen tres o más pisos. Y el 96,1% no supera los 10. La mayoría tiene uno o dos pisos y los edificios en altura ocupan menos de un cuarto de la superficie porteña. Los urbanistas dicen que la Ciudad parece más alta porque determinadas zonas están más densamente construidas. Y advierten que hace falta planear un diseño de ciudad para que el crecimiento sea equilibrado.
Durante un año y medio, 15 investigadores de la Unidad Sistemas de Inteligencia Territorial (USIT) recorrieron las 318.000 parcelas porteñas para relevar los usos del suelo. Así verificaron que en el 93% hay construidas viviendas, departamentos, oficinas, edificios de destino único (como hoteles, hospitales o escuelas) y fábricas. Pero también descubrieron que el 76,6% de esas edificaciones tiene uno o dos pisos y el 13,3%, entre 3 y 5. Y en 105.166 parcelas, más de un cuarto de la ciudad, todavía hay casas unifamiliares.
Pese a la percepción de la gente, los edificios en altura aún son minoría. Sólo el 3,9% de las construcciones supera los 10 pisos, incluyendo 1.347 torres de más de 15. "La gente percibe otra cosa porque la Buenos Aires que más vemos es la céntrica -dice el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín-. El desafío del desarrollo es ir llevando la actividad a las zonas menos densamente edificadas para ir compensando la Ciudad".
Los barrios con más edificios altos son San Nicolás, Recoleta, Retiro, Palermo y Belgrano, en el corredor norte. Y en el oeste, Monserrat, Almagro, Balvanera, Caballito y Flores, con Rivadavia como eje. Las construcciones bajas predominan en el sur, en barrios como Mataderos, Villa Soldati o Villa Riachuelo. También se mantienen bajos Devoto, Villa Pueyrredón, Monte Castro y La Paternal.
"La edificación de la Ciudad terminó hace 50 años -explica el geógrafo Fernando Alvarez de Celis, director general de Planeamiento y coordinador del relevamiento-. El fenómeno que se está dando ahora es la densificación o desarrollo en altura. En promedio, construyen 1.120 edificios por año. A este ritmo, las parcelas con menos de 3 pisos serían completadas con edificios en 250 años. Claro que esto es sólo en términos teóricos, porque el Código de Planeamiento preserva la baja densidad de algunas zonas. Y por ahora, la densificación se concentra en áreas centrales".
En la Ciudad hay 5.562 lotes sin construir y 2.515 edificios abandonados. Por eso para hacer nuevos edificios hay que demoler construcciones más bajas. Ahora hay 8.860 en obra, la mayoría en zonas ya desarrolladas en altura. "Como hay áreas que se fueron saturando, también empiezan a levantar edificios en barrios como Villa Urquiza o Villa Crespo", dice Chaín.
"La construcción en altura está concentrada en muy pocos barrios, como Barrio Norte, Caballito o Villa Urquiza -coincide el urbanista Ricardo Koop, presidente de la Subcomisión de Planeamiento de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA)-. Pero hay una gran parte de la ciudad a la cual no llegó esta burbuja inmobiliaria. El capital busca las zonas más redituables para invertir, donde tiene asegurado el éxito de venta. Esto genera una gran desigualdad en el crecimiento urbano".
Koop afirma que para ordenar el crecimiento hay que reemplazar el Código de Planeamiento Urbano actual, que determina la cantidad de m2 que se pueden construir en un terreno multiplicando la superficie de éste por un número. A esto se le llama Fórmula de Ocupación Territorial (FOT). Así, sumando varias parcelas es posible levantar edificios altos aún en zonas bajas. "El Plan Urbano Ambiental aprobado hace un año apunta a generar un nuevo código que va a cambiar el FOT por un límite claro de la altura, que va a respetar la morfología de las zonas", anticipa Koop.
Al urbanista Enrique García Espil, también de la SCA, no lo sorprende que en la Ciudad haya 69.318 edificios de más de 3 pisos, contra 227.215 de menos de 2. "En Buenos Aires más del 40% de la población habita viviendas individuales, cuando en París es el 4%. La nuestra es una ciudad muy diversa, con zonas de casas, departamentos y torres. Esto es bueno, excepto cuando todo está mezclado en la misma manzana, como ocurre Además, hay muchos lotes chicos, de 8,66 metros de ancho, lo que hace que en la misma cuadra convivan 12 o 13 fachadas distintas. Hace falta buena planificación urbana e inversión pública".
"Buenos Aires sufre no haber tenido un proyecto de Ciudad para ir creciendo con coherencia -opina el arquitecto José Antonio Urgell-. Hay que planear ese diseño. No propondría intervenciones en barrios ya consolidados, buscaría sitios que se puedan desarrollar, como la zona sur. Ahí hacer torres con luz y aire puede ayudar a mejorar la calidad de vida. Antes, hace falta inversión pública y un buen sistema de transporte"
viernes, diciembre 04, 2009
Freno al shopping de Caballito
Gracias a la insistencia de agrupaciones vecinales del barrio porteño de Caballito, ayer los diputados de la ciudad de Buenos Aires votaron a favor de suspender el tratamiento de un proyecto de rezonificación de un terreno donde se quería construir un megashopping.
El predio en cuestión está ubicado en Avellaneda al 1500, tiene poco más de 70 mil metros cuadrados y, actualmente, es propiedad de la empresa IRSA. El grupo inmobiliario, también, es dueño de los centros comerciales más importantes del área metropolitana.
Los vecinos de Caballito se oponen a la construcción del shopping porque, entre otras cosas, reclaman la creación de un amplio espacio verde. Además, “la vida que llevamos puede cambiar radicalmente, ya que tenemos la experiencia de lo que les pasó a los vecinos de Saavedra. Después de que IRSA construyó el shopping DOT Baires, la contaminación ambiental y sonora es una realidad en la zona”, estimó Mario Oybin, miembro de SOS Caballito.
El legislador ibarrista Eduardo Epszteyn, uno de los primeros en oponerse al proyecto inmobiliario, ayer propuso que el expediente se levantase del tratamiento legislativo del día. Con cincuenta votos a favor y como ésa era la última sesión del año, recién a principios de marzo de 2010 se podrá debatir nuevamente el tema.