Desde 1998 al año 2009, en la ciudad de Buenos Aires se construyeron 19.669.379 metros cuadrados en edificios residenciales y comerciales, crecimiento que no fue acompañado por obras de renovación y ampliación en las redes de servicios, especialmente, en las de agua y cloacas. A raíz de ello, al menos cinco barrios porteños se encuentran en una situación crítica.
Por Carisa Ercolano
La jueza Carina Ziccheo, del juzgado en lo Contencioso y Administrativo número 14 deberá resolver, cuado finalice la feria judicial, si hace lugar al recurso de amparo presentado por la ONG Protocomuna de Caballito, y que requiere la suspensión de la entrega de permiso y finales de obra en cinco barrios en los que un estudio de la empresa Aysa determinó un grado “crítico” del sistema de agua y redes cloacales.
Los barrios en cuestión son Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Caballito, Coghlan y Palermo. En esos predios, se determinó que los daños en las redes de agua y cloacales alcanzan, en algunos tramos, el 80 por ciento y que, lógicamente, no soportarían mayor caudal en tales condiciones. Además, la pérdida de agua en filtraciones ronda un 38 por ciento.
Gustavo Desplats es el presidente de la ONG Protocomuna Caballito, y explicó a Noticias Urbanas que el actual modelo constructivo “tiene una gran capacidad de daño para la calidad de vida de los vecinos de la ciudad”. Y disparó que el ministro porteño Daniel Chain, y Héctor Lostri, subsecretario de Planeamiento, “hacen como si nada, porque tienen intereses en el negocio inmobiliario, como por ejemplo, el emprendimiento llamado Los Jardines de Roosevelt, en Villa Urquiza”. “Especialmente en el barrio de Villa Urquiza, en donde los mismos datos de la Ciudad aportados a la empresa AYSA prevén un incremento de la población en 10 años de más del 50%, Lo que es una barbaridad en cualquier lugar del mundo”, añadió.
“El informe de la empresa Aysa dio un resultado muy comprometedor sobre el estado la las redes de provisión de agua y saneamiento cloacal de Palermo, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Caballito y Coghlan; algunos tramos de los conductos de provisión de agua presentaban disminuciones de 60 al 80 de su capacidad y no estaban en condiciones de soportar ni la demanda inmediata. En el caso de los cloacales se encontraron perdidas del orden del 40%. En ambos casos contaminando la tierra y las napas de los acuíferos”, puntualizó Desplats
Durante el gobierno de Jorge Telerman, se implementó un convenio con Aysa para realizar obras por 320 kilómetros de cañerías que deberían haberse instalado en esos barrios. Pero, en ese acuerdo, se establecía una responsabilidad para la ciudad. Según Desplats, el Ejecutivo “no destinó un centavo en hacer cañerías o ductos, pero si continuó dando permisos de obra en estos barrios en situación crítica”.
Somos una ONG cuyo propósito es el estimulo de las herramientas de participación ciudadana con la certeza que esto promoverá una mejor calidad de vida. Nos basamos en la cooperación entre los vecinos a los efectos de potenciar las capacidades generales. Buscando pasar de un conocimiento ingenuo a uno critico. Tanto de el entorno mediato barrial. de la Ciudad, o la Nación.
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