Los familiares, amigos y vecinos de las víctimas del derrumbe de un gimnasio en Villa Urquiza protestarán esta tarde en ese barrio porteño al cumplirse un mes de la tragedia, que causó tres muertos y 11 heridos. Dónde está el ingeniero Heyaca Varela y quién reemplazó al jefe de los inspectores.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Se cumple hoy (09/09)un mes del derrumbe del gimnasio "Oryon", ubicado en 1Triunvirato y Olazábal, que causó tres muertos y 11 heridos.
Los familiares, amigos y vecinos de las víctimas del derrumbe convocaron a una marcha de protesta a partir de las 20:00 de hoy, en la esquina de las avenidas Triunvirato y Olazábal, a cien metros de donde estaba el gimnasio que se derrumbó al parecer por falta de apuntalamiento en la obra en construcción lindante.Y la expresión 'al parecer' no es casual, ya que aún no se sabe con exactitud qué sucedió.
Lo cierto es que a un mes, aún se investiga quién tiene al responsabilidad sobre lo sucedido. Por un lado, el gobierno porteño no podrá ser querellante en la causa que investiga el derrumbe. La decisión de la jueza María Dolores Fontbona de Pombo, que trascendió hace 2 días a pesar del secreto de sumario, deja en pie la hipótesis de que el gobierno o alguno de sus funcionarios podría resultar imputado en la causa.
Además, aunque la jueza rechazó el pedido de exención de prisión presentado por los abogados del ingeniero a cargod e la obra lindera Heyaca Varela, la Cámara decidió concederlo, al revocar la decisión de la magistrada de primera instancia. Hasta ahora, Heyaca Varela es el único imputado (lo es por presunto homicidio culposo).
Según informó Pagina12, el gobierno ya estaría preparando la apelación para reclamar nuevamente ante la Sala V de la Cámara. Esa misma sala ya intervino en esta causa. La jueza Fontbona de Pombo había denegado el pedido de exención de prisión de Heyaca Varela, no está descartada la posibilidad de que la causa involucre a más responsables. “Podría suceder”, aseguraron fuentes cercanas a la investigación.
Poco después de haber asegurado que “los controles funcionaron”, el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri desvinculó de su gestión al titular de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) –virtual jefe de los inspectores de la Ciudad–, Raúl Oscar Ríos. Sin embargo, voceros oficiales aclararon que no se debió a una eventual responsabilidad política en el derrumbe, sino porque, durante las tareas de rescate de las víctimas, Ríos participó de reuniones en el club Boca Juniors para tratar la contratación de Juan Román Riquelme.
Tras el derrumbe, el Gobierno porteño decidió suspenderle por 15 años la posibilidad de presentar planos de obra a Heyaca Varela. Lo acusaron de haber hecho mal los cimientos. Y además anunció que clausuraría las otras cuatro obras que el profesional tenía en marcha.
Ayer, a un día del aniversario de la tragedia, el Gobierno porteño lanzó una ofensiva de control de obras en construcción en toda la Ciudad, e impulsa que la Legislatura cambie la normativa para endurecer los requisitos.
Pero más allá de todo, lo cierto es que a causa del derrumbe quedaron atrapados entre los escombros y fallecieron los jóvenes Maximiliano Salgado, 18 años, Guillermo RamónFede, de 37, y Luis Lu, de 23, así como otros 11 clientes del gimnasio resultaron con heridas de distinta consideración.
La familia de Salgado acusará en la Justicia al Gobierno porteño de Mauricio Macri por "la omisión de sus deberes de inspección y control" en la obra en construcción vecina, según anticipó el abogado Fernando Burlando.
Por ahora la fiscalía ha pedido que el ingeniero Heyaca Varela, quien tenía a su cargo la obra lindante al gimnasio, ubicado en Mendoza 5030, sea imputado de supuesto "homicidio culposo".
Al ingeniero se lo acusó de presuntas deficiencias en el apuntalamiento y los trabajos de planificación de la demolición y trabajos de excavación, lo cual habría provocado el derrumbe de la pared medianera y que el gimnasio se viniera abajo.
En su momento, el sindicato Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) advirtió por escrito al Gobierno porteño que la obra en construcción no tenía bien apuntaladas las medianeras.
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