Si bien el nivel de la construcción no decae, cada vez son más las unidades que se terminan pero no son habitadas. Puerto Madero es el paradigma, pero otros barrios como Belgrano o Núñez se encaminan en el mimo sentido. Crece la cantidad de departamentos monoparentales.
Por Clarisa Ercolano
Los primeros tres meses del 2011 el mercado inmobiliario porteño muestra una dependencia de la demanda que se concentra en el sector socioeconómico AB (habitantes con ingresos mínimos de 15 mil pesos mensuales). El motivo: la ausencia de un panorama factible para ampliarla, lo que establece un techo a la actividad que parecía imparable, según indica un informe de la consultora Reporte Inmobiliario.
Palermo es el barrio donde la construcción sigue como si nada, seguido de cerca por Villa Urquiza, Belgrano, Caballito y Núñez que toman casi la mitad del total construido en la Ciudad aunque es toda una incógnita qué porcentaje de ocupación tendrán las obras terminadas.
El censo nacional realizado en octubre del año pasado indicó que la población desciende en el área urbana como contrapartida del ascenso que se evidencia en el Conurbano y en algunos puntos del interior del país. Mayoritariamente son familias que ya no quieren vivir en Capital y buscan nuevos destinos.
Además, el 30,6% de viviendas habitadas, solo tienen un ocupante y la suba de hogares monoparentales hace que la demanda de grandes unidades comience a caer, sin contar la incapacidad económica para afrontar la compra de una vivienda.
El paradigma de la otra cara del boom es Puerto Madero, el barrio más caro de Buenos Aires, donde las construcciones no cesan su ritmo pero que está habitado sólo en un 30 por ciento.
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