15/10/11
Lo decidió la Legislatura porteña en unas 50 manzanas de Villa Pueyrredón y en otras de Barracas. Fue tras los reclamos vecinales. Para preservar la identidad barrial no se podrá construir más de tres pisos.
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El jueves, la Legislatura porteña aprobó dos proyectos de rezonificación para sectores de Villa Pueyrredón y de Barracas, tal como se había hecho antes en Coghlan, Colegiales, Palermo y Caballito. Básicamente, pasaron de ser “Residencial General de Densidad Alta” a “Residencial General de Densidad Media Baja”, lo que significa que sólo se pueden construir edificios de hasta 12 metros .
La situación es parte de un circuito que se repite ante la falta de un Código Urbanístico actualizado que regule la construcción en la Ciudad, tal como establece el Plan Urbano Ambiental que entró en vigencia a principios de 2009. En un contexto que favorece el avance de la edificación en altura en los barrios de perfil residencial, los vecinos recurren a la Justicia o a la Legislatura para que intervengan en cuestiones que exceden al Código de Planeamiento Urbano vigente, sancionado en 1977 durante la Dictadura.
“La rezonificación propuesta permite una altura máxima sobre la línea oficial de 9 metros más un retiro hasta un pleno de 12 metros, que se asemeja al predominante en la zona. De esta manera se está desalentando la sustitución indiscriminada y se propone una densificación razonable que respeta el estilo paisajístico del barrio”, explicó el diputado Alvaro González (PRO), autor del proyecto para Villa Pueyrredón. La modificación afecta a unas 50 manzanas –la Ciudad tiene más de 12 mil– en el área entre las calles Gavilán, Mosconi, Condarco, Griveo, Av. San Martín, Carlos Antonio López, Llavallol, Mosconi, Campana y Vallejos. Es decir que incluye siete cuadras de la avenida Salvador María del Carril, donde la Justicia frenó la construcción de 13 torres.
Para Barracas se trabajó a partir de tres iniciativas que contemplaban diferentes polígonos con foco principal en las calles aledañas a las avenidas Montes de Oca y Martín García, donde las normas actuales permiten la construcción de edificios entre medianeras de planta baja y siete pisos sobre la línea oficial y se pone foco en preservar los ejemplos arquitectónicos de valor patrimonial , que representan diversas épocas, estilos y tipologías. En definitiva, proteger la identidad barrial .
“El del código es un planteo histórico, especialmente después de haber votado un Plan Urbano Ambiental que funciona como marco para tener una ciudad programada e integrada. Es la herramienta para no estar corriendo detrás de las situaciones individuales que se van multiplicando”, sostuvo Silvina Pedreira (PJ), presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura.
La mejora económica tras la crisis de 2001 potenció la cantidad de obras. En los últimos diez años se duplicó la superficie construida (Ver página 6) y desbordó la estructura de la Ciudad. Al punto que, a fines de 2006, el entonces Jefe de Gobierno Jorge Telerman suspendió temporalmente los permisos de obra en zonas de Caballito, Villa Urquiza, Coghlan, Núñez, Palermo y Villa Pueyrredón.
“El código vigente toma toda la Ciudad de la misma manera. Entonces, en los barrios se dan situaciones particulares. En Villa Pueyrredón, donde hay muchos pasajes, hay zonas sin centro de manzana y vecinos que se encuentran con una torre de siete pisos contra su jardín”, describió el legislador Eduardo Epszteyn, del Frente Progresista y Popular.
Ayer, durante la reunión con la Comisión de Presupuesto de la Legislatura, el ministro de Desarrollo Urbano Daniel Chain informó que “se desarrolló el Modelo Territorial, que sienta las bases del proyecto de Código Urbanístico morfológico, que próximamente se elevará a consideración del Poder Legislativo”. Y el subsecretario de Planeamiento Héctor Lostri agregó que su área “finalizó la construcción de 84 indicadores de desarrollo urbano y de gestión”, que constituirán los ejes de este plan.
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