La Superintendencia de Riesgos del Trabajo detectó 833 obras sin plan de seguridad. En 50 casos ya empezaron a demoler o excavar, como ocurrió con el edificio derrumbado. Ante la “inacción” del gobierno porteño, el organismo nacional ya hizo quince clausuras.
En la ciudad de Buenos Aires hay 10.697 obras en construcción –grandes y pequeñas–, y entre los meses de julio a octubre se recibieron “cerca de cinco mil denuncias de las ART (Aseguradoras de Riesgo de Trabajo) por el incumplimiento, por parte de los empleadores, de las normas de seguridad establecidas” para ese tipo de emprendimientos. En un informe presentado ayer por el superintendente de Riesgos del Trabajo nacional, Juan González Gaviola, se hizo una dura crítica al gobierno porteño porque “sobre las 4881 denuncias realizadas por las ART, sólo se abrieron 119 de los casos, el 2,4 por ciento del total, y apenas se hicieron 71 acciones concretas” para tratar de normalizar la situación. El funcionario aseguró que, ante ese problema, la Superintendencia resolvió “hacer inspecciones en 50 de los casos considerados ‘muy graves’, porque se trata de edificios en los que se estaban realizando tareas de excavación y de demolición”, similares a los que provocaron el derrumbe en Bartolomé Mitre 1232. A partir de esa intervención se suspendieron las tareas en 15 de las primeras 22 obras inspeccionadas por personal de la dependencia nacional.
González Gaviola sostuvo que “en apenas tres días, entre el 9 y el 11 de noviembre, ocho inspectores visitaron 29 de esas 50 obras. Sólo se pudo hacer la inspección en 22 de ellas, dado que en siete de los casos la visita se hizo en un día lluvioso en el cual no había actividad en esos lugares. Como resultado de las inspecciones, en 15 de los casos (ver aparte) se decidió suspender los trabajos” porque las empresas a cargo “no tenían un programa de seguridad aprobado”. En una conferencia de prensa ofrecida en la sede del Ministerio de Trabajo, en Alem 650, González Gaviola explicó que el organismo a su cargo intervino porque “está facultado para hacerlo” por el convenio 81 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Ese convenio, que data de 1947, habilita a los inspectores de la autoridad laboral a tomar medidas para que “se eliminen los defectos observados” en las obras en construcción, en los casos en que “constituyan razonablemente un peligro para la salud o la seguridad de los trabajadores” de las obras en cuestión. Para justificar su intervención, el superintendente hizo también mención a la Ley 25.212, el llamado Pacto Federal, del año 1999, que faculta a los inspectores a disponer medidas “de aplicación inmediata en caso de peligro inminente para la salud, higiene o seguridad del trabajador”, incluyendo “la suspensión de tareas”.
“La inacción (del gobierno porteño) que se advierte respecto de las denuncias realizadas por las ART es importantísima”, aseguró González Gaviola. Ante una consulta sobre si entendía que hay “ineficiencia o desidia”, eludió darle una calificación. De todos modos consideró que “frente a esta falta de acción me niego a señalar como ‘accidente’ lo ocurrido en el edificio de Bartolomé Mitre 1232”, derrumbe que provocó la muerte de una persona. “Tanto la obra de Mitre como la de Jujuy 217, donde hoy (por ayer) hubo un escape de gas, tenían advertencias previas por parte de las ART de que no estaban trabajando como se debía”, respecto del cumplimiento de las medidas de seguridad.
Según el funcionario, frente a las irregularidades denunciadas por las ART, “la autoridad de trabajo local, en este caso el gobierno porteño, tiene que suspender las obras por incumplir la normativa vigente”. Si no lo hace, “la Ley Federal del Trabajo y el Convenio de la OIT nos permiten actuar, clausurando, cerrando o suspendiendo las obras hasta que la empresa cumpla la normativa, ante la existencia de un peligro grave e inminente para la salud de los trabajadores, para los vecinos o para los transeúntes que pasen por el lugar”, sostuvo González Gaviola.
El funcionario explicó que a través del sistema informático existente en la ciudad de Buenos Aires, “que puede compararse a los mejores del mundo”, es muy fácil acceder a la información sobre la existencia de falencias en las obras en construcción. De ese modo, la Superintendencia comprobó que “hay actualmente 833 obras con denuncias por falta de plan de seguridad” (se entregó la lista completa). De ese total “hay 50 consideradas de mayor riesgo, porque están en período de excavación o demolición”. Hasta ahora se inspeccionaron 22 y las 28 restantes serán visitadas en los próximos cinco días hábiles. “Quince de las obras visitadas hasta ahora tenían irregularidades graves, lo que obligó a suspender los trabajos”, precisó González Gaviola.
“Si el aviso de obra y el plan de seguridad no están aprobados, la obra no debe comenzar y las transgresiones a esta normativa deben ser sancionadas en forma enérgica”, explicó el funcionario. El superintendente de Riesgos de Trabajo estimó que hay unas 17 mil obras en marcha en la Ciudad, en lo que va del año, de las cuales están registradas 10.697. El nivel de incumplimiento de las normas es muy alto, de acuerdo con las cifras dadas a conocer en el sentido de que las ART denuncian, por año, casi 260 mil casos de irregularidades de distinta gravedad.
De julio a octubre se constataron 4881 incumplimientos sobre el total de 10.697 casos registrados en forma oficial. González Gaviola cuestionó que el gobierno porteño haya analizado sólo 119 casos y actuado en apenas 71, cuando la Superintendencia “en apenas tres días, con ocho inspectores, hizo 22 inspecciones y concurrió a otros siete lugares, sin poder hacerlo por problemas meteorológicos”. Agregó, en ese sentido, que el Gobierno de la Ciudad tiene “más personal” en ese rubro y “recibe el aporte de 20 inspectores cuyos sueldos los paga esta superintendencia”.
Otra de las críticas fue que el gobierno de Mauricio Macri “todavía no se ha sumado, pese a que ha sido invitado en varias ocasiones, al grupo que conforman la Superintendencia, la Unión de las ART, la Cámara de la Construcción y la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), con quienes nos reunimos en forma periódica para analizar los problemas relacionados con el control de las obras”. En la reunión de prensa de ayer estuvo presente el secretario adjunto de la Uocra, Rubén Pronoti, quien sumó sus críticas al macrismo y recordó que muchas de las denuncias fueron presentadas por la organización gremial.
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