El arquitecto responsable ni apareció por el lugar y en la Ciudad defienden las inspecciones realizadas, aunque admiten que les dijeron que el pozo estaba mal hecho. Duras críticas de la Uocra y de la Nación.
Por Carlos Rodríguez
Los diez pisos del cuerpo de contrafrente de Bartolomé Mitre 1232, en el barrio porteño de San Nicolás, se desplomaron en segundos, con la misma facilidad con la que se cae un castillo de naipes. Ayer por la tarde, mientras seguía deshabitada, sin luz ni gas, la manzana que completan las calles Libertad, Rivadavia y Talcahuano, y las casas de la vereda de enfrente a la mole que se vino abajo, todavía se registraban movimientos en la estructura que quedó en pie. “Es posible que haya nuevos derrumbes. Estamos esperando que deje de moverse el edificio para empezar el lento trabajo de terminar de tirar todo lo que ya no puede salvarse”, le adelantó a Página/12 el subsecretario de Emergencias porteño, Néstor Nicolás. Los trabajos para “desmontar el edificio” podrían comenzar esta misma tarde. “Es una tarea que tiene que hacerse en forma muy lenta, para evitar cualquier complicación. Hay que hacer un trabajo quirúrgico”, señaló Nicolás. A nivel oficial todavía no fue confirmada la causa del derrumbe, aunque se sospecha que fue una “situación asociada” a la obra en construcción lindera de Mitre 1218/1220. La Uocra había denunciado “más de 15 incumplimientos a las normas de seguridad” en dicha obra.
Entre las quejas y la angustia de los vecinos afectados (ver nota aparte) y las duras críticas de la oposición, el Gobierno porteño se movió en pleno para tratar de capear el tembladeral. Expertos del cuerpo de Bomberos de la Policía Federal evaluaron ayer el estado del edificio, con la ayuda de una grúa de las que tendrán que utilizarse para iniciar la tarea de “bajar” la parte edilicia que no puede ser salvada. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó que habrá que “demoler”, pero puso ahora el énfasis en “evaluar el riesgo, atender a la gente y determinar la causa del derrumbe”.
El ingeniero Edgardo Castro, de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo de la Nación, denunció que “hay un record de derrumbes en la ciudad por obras” en marcha. Precisó que “en un año hubo 13 hechos” y sostuvo que es un tema “preocupante”. “Las medidas de seguridad son para que no suceda nada, no para lamentarse después del derrumbe. En cualquier obra de ingeniería hay que tener la previsión porque nos vamos a encontrar con cosas que no sabemos, sobre todo en este tipo de terreno, en la Capital Federal, con edificios de más de 60 años.”
El director de Defensa Civil, Daniel Russo, informó que los servicios de luz y gas que al principio se habían cortado en seis cuadras a la redonda, anoche se registraban sólo en la manzana crítica y en las casas ubicadas sobre la vereda de enfrente. “Los escombros (del edificio derrumbado) cayeron hacia los costados, la mayoría hacia el lado de la calle Libertad (donde está la obra en construcción) y el resto en la playa de estacionamiento que está hacia el lado de Talcahuano”, explicó a este diario el subsecretario de Emergencias porteño.
Russo, por su parte, le dijo a Página/12 que sobre un total de “cerca de 40 departamentos”, ubicados en los dos edificios –frente y contrafrente– de la calle Mitre “se habrán caído 20, más o menos la mitad”. El director de Defensa Civil anunció que desde ayer se comenzaron a montar “las grúas que se van a utilizar para bajar la estructura que ya no tiene salvación”. La manzana afectada sigue evacuada, incluyendo un hotel y un hostel que están sobre la misma cuadra. Sigue interrumpido el servicio de la línea A de subterráneos entre las estaciones Once y Plaza de Mayo, para evitar vibraciones que puedan afectar al edificio en emergencia. Lo mismo ocurre con el tránsito de vehículos por Perón, Mitre, Rivadavia, Talcahuano, Libertad y el Pasaje Rivarola.
La Agencia Gubernamental de Control del Gobierno porteño (AGC) dijo que la obra en construcción de Mitre 1218/1220 había sido registrada para “demolición total y obra”, pero todavía no se presentó ante el organismo de control el arquitecto a cargo, Ezequiel Mariano Rivarola. La obra había sido denunciada el 5 de agosto en el Sistema Unico de Atención Ciudadana (Suaci) por “ruidos molestos y temblores” producidos por la excavación. La Dirección de Fiscalización y Control de Obras había inspeccionado el lugar el 26 de septiembre y, según se dijo oficialmente, “tenía todos los planos registrados, estructura, submuración y excavación”.
El director de la AGC, Javier Ibáñez, hizo saber que “el profesional (por el arquitecto Rivarola) mostró un grado de desinterés por lo que sucedió y nunca se hizo presente en la obra, pese a los numerosos llamados que le realizamos”. Edgardo Castro, de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, fue crítico a la hora de evaluar los controles de obra que hace el Gobierno porteño. “Si partimos del derrumbe del boliche Beara (donde se desplomó un entrepiso y fallecieron dos jovencitas), al ver la pericia policial uno se da cuenta de que nadie hizo nada para que eso no suceda.”
Según su opinión, “el nivel de los profesionales que trabaja en las inspecciones es bueno, pero los funcionarios políticos son incompetentes”. La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) hizo saber ayer que había denunciado en dos ocasiones a la obra lindera al edificio de Mitre 1232 por “múltiples incumplimientos” en las medidas de seguridad. Las denuncias fueron hechas el 11 y el 19 de agosto por la
Seccional Capital de la Uocra y el Area de Prevención de Riesgos Laborales del gremio ante la Dirección General de Protección del Trabajo porteña. La entidad gremial constató “una serie de irregularidades que abarcaban desde la falta de elementos de protección y seguridad para los trabajadores hasta la falta de señalización y protección de zanjas y excavaciones”, dijo la Uocra en un comunicado.
Las denuncias precisaron “más de quince incumplimientos a las normativas de seguridad laboral por parte de la empresa principal declarada responsable del emprendimiento y denominada Le Marche Construcciones S.R.L. con domicilio en Crisólogo Larralde 5048”. Aunque todavía no se dijo cuál fue la causa del derrumbe, un funcionario porteño dijo que el arquitecto a cargo de la obra en construcción admitió, durante un contacto telefónico, que en las excavaciones habían “pelado los cimientos” del edificio que se derrumbó.
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